Diez banderas rojas en una relación



Estos días he tenido la oportunidad de charlar con muchos lectores y periodistas de distintos lugares de España. Me siento muy, muy agradecida por la calurosa acogida que estáis dispensando a Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón. Sigo emocionada con todos y cada uno de nuestros encuentros :) No os imagináis cuánto me enriquecen. ¡Gracias!

Muchas personas me han preguntado acerca de las llamadas "relaciones tóxicas". ¿Tiene Mia una relación "tóxica" con Álex? Lo cierto es que no me gusta esa etiqueta para ningún tipo de relación. Si contemplamos los conflictos, especialmente los de pareja, como espejos que nos ponen delante aspectos propios que aún necesitamos sanar, entonces se hará difícil ver algo "tóxico" en ningún vínculo. Pero sí es cierto que algunos nos hacen daño. A veces nos enamoramos de alguien y, sin saber muy bien cómo, nos vemos envueltos en una relación que no nos hace sentir bien. Nos empeñamos en seguir adelante, por amor, por inercia o quién sabe por qué... Pero hay relaciones que cumplen una determinada función en nuestra vida, y una vez cumplida, dejan de tener sentido. Lo interesante, cuando detectamos este tipo de dolor, es mirar hacia adentro, como venimos contando estos días. Y si es necesario, dar las gracias y decir adiós a las personas que ya no nos acompañan en nuestro crecimiento. Pero, ¿cómo podemos darnos cuenta de que estamos en una relación que no nos ayuda? ¿Hay alguna señal inequívoca de que estamos pisando terreno peligroso? A continuación os dejo una pequeña lista con diez banderas rojas, diez señales que nos avisan de que ese "amor" que estamos viviendo nos aprieta y no es para nosotros:

1. Te lo dice tu cuerpo. Siempre digo que hay que hacer caso de las tripas. Es algo que Mia aprende ;) Nuestra inteligencia intuitiva, a menudo acallada por el pensamiento racional, que suele tener mucho más prestigio, es poderosa. Y a menudo capta señales sutiles que de entrada no sabemos procesar pero a las que conviene prestar atención.  Ejemplos: si cuando estás con esa persona se te encoge el estómago, si respiras de forma acelerada (no en el buen sentido), si cuando estáis juntos sientes una inquietud difícil de definir, las tripas revueltas, si al terminar el encuentro no te sientes bien, aunque no haya un motivo claro para ello... Date tiempo para conocer mejor a esa persona antes de lanzarte a una relación más profunda. Escúchate. Conozco a una chica a quien le salía un sarpullido en la cara cuando se encontraba en presencia de un hombre que acabó por tener un comportamiento muy poco ético con ella.

2. Cuando discutís, tú siempre eres culpable. No sabes cómo se lo monta, pero ante cualquier conflicto, siempre acaba por dar la vuelta a las cosas y te presenta a ti como responsable de todo. Empiezas explicándole que necesitas que te hable en otro tono y, sin saber cómo, acabas pidiéndole perdón por haber sacado el tema, llenx de culpa y arrepentimiento. Si te gritó o se burló de ti es porque hiciste algo para provocarle. le hiciste sentir mal en primer lugar. Tu pareja nunca se responsabiliza de sus actos y es incapaz de aplicarse ni un 1% de autocrítica. Este tipo de comportamiento es un signo de manipulación emocional inequívoca.

3. Quiere controlar tu vida. Puede que lo haga de forma sutil, y puede que al principio incluso te resulte halagador. Se interesa por tus cosas y te hace mil preguntas. Opina sobre tu ropa, tus amigos, incluso sobre tu familia. Poco a poco empezará a decirte que le parece que vistes demasiado poco sofisticadx, o demasiado llamativx o... Tus amigos no te convienen. Son demasiado superficiales / maleducados / interesados... Quizá deberías cambiar de trabajo. O dejar de frecuentar a tus compañeros. O empezar a trabajar para él, o para uno de sus amigos. Te lo dice por tu bien. Sabe lo que te conviene mejor que tú mismx. Por supuesto, no te va a soltar todo esto de golpe. Cualquiera en su sano juicio echaría a correr sin mirar atrás. Será un proceso lento en el que, si no te das cuenta, puedes quedarte completamente aisladx de tu entorno. El mejor remedio contra esto es tener una autoestima a prueba de bombas (emocionales).

4. La ducha escocesa. Vuestra relación alterna de forma constante momentos de gran pasión y exaltación de sentimientos románticos con grandes conflictos y dramas, que con el tiempo también van creciendo en intensidad. Como explica muy bien Montse Barderi en su excelente libro El amor no duele, notas que te dan "una de cal y una de arena". Ojo, porque, como explica esta filósofa especialista en relaciones,  este tipo de emociones exacerbadas son adictivas y te confunden por completo.

5. El triángulo víctima-verdugo-salvador. Cuando estás con él / ella verás que representa uno de estos tres papeles, a menudo los tres de forma alterna. O bien se presenta ante el mundo y ante ti como una víctima, haciéndote parecer a ti culpable de todos sus males, o bien te ataca con dureza inusitada. Cuando te ve hundidx, puede que quiera convertirse en tu salvador. Cuando están representando este tercer aspecto del triángulo se mostrarán ante el mundo como personas infinitamente generosas, altruistas, que lo dan todo por los demás sin esperar nada a cambio. Puede que eso sea cierto a un nivel superficial. En el nivel más íntimo esa generosidad no existe porque... sigue leyendo el punto 6.

6. Todo tiene un precio.
Puede que en las primeras fases de la relación tengas la impresión de que esta persona te lo da todo. A veces te parecerá incluso que es la única fuente de tu felicidad, puesto que se cuidará mucho de eliminar del juego, poco a poco, a cualquiera que pueda hacerle sombra (ver punto 2). Explica Joan Garriga en su fantástico libro El buen amor en la pareja que las relaciones de pareja deben basarse en la igualdad. Cuando uno de los dos quiere dar demasiado al otro, altera dicha igualdad y su compañerx pasa automáticamente a estar en deuda. Esto no es bueno para el amor. Hay personas que buscan este tipo de desigualdad, de forma más o menos consciente. Si les debes todo, difícilmente podrás reprocharles nunca nada. Y de esta forma, dándote demasiado, habrán comprado tu libertad.

7. Sin mí no eres nada. Al aislarte de tu entorno y minar tu confianza, poco a poco te harán creer que ellxs son la fuente de todo el bienestar que hay en tu vida. Puede que te sientas pequeño, incluso invisible, como Mia, y que te parezca que eres incapaz de lograr nada por ti mismx. ¡Felicidades! Estás en el punto de partida perfecto para darte cuenta de que eso no es así :) Tu creatividad y tu capacidad de amar te pertenecen solo a ti y no dependen de ninguna fuente externa. En tu interior tienes todo lo que necesitas para ser feliz hora mismo, si así lo decides.

8. Sin ti no soy nada. Si te decides a dejar la relación, puede que la cosa se ponga complicada. Seguramente porque cuando antes te dijeron "sin mí no eres nada" en realidad estaban hablando de sí mismos... Puede que adopten entonces el papel de víctima. Tú serás "la mala" o "el malo" (recuerda que ellos nunca son responsables de nada). Y si persistes, virarán al vértice del verdugo... y puede que te lo hagan pasar mal un buen tiempo.

9. Te miro, pero no te veo. Cuando estáis juntos sabes perfectamente qué tienes que hacer y decir para que todo vaya bien. Él te lo hace saber mediante un sofisticado (y de nuevo sutil) sistema de castigos y recompensas. Y como cuando no actúas siguiendo el guion no obtienes su amor, que es lo que más deseas, poco a poco empiezas a representar tu personaje siempre que estáis juntos. Tus contornos se desdibujan y te conviertes en alguien que no eres, solo para contentarle. Porque cuando él / ella te mira no te ve a ti, sino a la idea que tiene acerca de ti. Es lo único que le interesa. Y si es necesario, tú te vuelves invisible. Con esto, nos vamos al punto 10...

10. Para que yo brille, tú tienes que apagarte. Hay personas que creen que no pueden brillar sin apagar el destello del otro. Este es uno de los signos más evidentes de que no estás con la persona adecuada. Quien te quiere bien te quiere ver volar, te quiere ver brillar: disfruta con ello. Y si estás en un tipo de relación que te exige hacerte pequeñx y dejar de ser tú para contentar a otro... eso es porque en algún momento te has desconectado de ti mismx. ¡Hora de reconectarse!

Muchas gracias por leer hasta aquí. ¡ Y feliz semana llena de amor del bueno!

Comentarios

Entradas populares